Extinguidores de Incendios

Extinguidores de Incendios

Los extinguidores de incendios (también conocidos como matafuegos) son una de las herramientas fundamentales para tomar medidas inmediatas contra el inicio de un fuego que podrá transformarse en un peligroso incendio.
Existen muchos tipos de extintores o instalaciones contra incendios:
  1. Sistemas fijos de extinción automática (rociadores automáticos de agua, extintores de polvo o extintores por agentes gaseosos), utilizados en zonas donde el riesgo de incendio es algo y/o los objetos o bienes de la zona cubierta son de un alto valor.
  2. Instalaciones de bombas de incendio equipadas (para mangueras de incendio). Se encuentran dentro de edificios importantes y funcionan a base de agua.
  3. Instalaciones hidrantes de incendios (para mangueras de bomberos). Similares a las anteriores, se encuentran en el exterior de los edificios, en la calle o veredas.
  4. Instalaciones de extintores móviles o matafuegos, y son de las que vamos a hablar, por ser los más comunes y más accesibles al público en general.
Tipos de fuego
Ante todo hay que distinguir 4 tipos distintos de fuego, identificables con las cuatro primeras letras del abecedario:
  • A – El fuego de materias sólidas y normalmente orgánicas(madera, carbón, papel, plástico, tela, goma, etc.) donde la combustión da como resultado la formación de brasas.
  • B– El fuego de sólidos licuables o líquidos (combustibles láquidos como nafta o gasolina, aceite, grasa, pintura).
  • C– El fuego de gases (también el fuego que afecta a equipos eléctricos en algunos extintores).
  • D– El fuego de metales combustibles (sodio, magnesio, titanio, circonio, etc.).
  • E– El fuego de en presencia de corriente eléctrica.
Usualmente los extintores de incendio o matafuegos están caratulados con las letras que identifican el tipo de fuego que pueden apagar. Lo normal es que al menos sea «A, B, C», ya que estos son los tipos de fuegos más comunes.
Tipos de extinguidores
Los matafuegos o extintores pueden ser de los siguientes tipos, que clasificaremos de acuerdo a su efectividad ante los distintos tipos de fuego en «regularmente buenos», «bastante buenos», y «muy buenos»:
  • De agua pulverizada. Muy bueno para apagar fuegos de tipo A, y regularmente bueno para los de fuego de tipo B.
  • De agua chorro. Muy bueno para apagar fuegos de tipo A únicamente.
  • De espuma fásica. Bastante bueno para apagar fuegos de tipo A y B.
  • De polvo polivalente. El más común y difundido de los matafuegos por (como su nombre lo indica) polivalencia. Sirve para apagar bastante bien fuego de tipo A, B y C.
  • De polvo seco. Muy bueno para apagar fuegos de tipo B, y bastante bueno para fuegos de tipo C y E.
  • De anhádrido carbónico. Regularmente buenos para apagar fuegos de tipo A, B y E.
  • De hidrocarburos halogenados. Regularmente buenos para apagar fuegos de tipo A y B, mejores para fuegos de tipo E.
  • Especiales para fuegos de metales. Regularmente buenos para apagar fuegos de tipo D.
Extinguidores de Incendios portátiles o extintor móvil.
Es importante tener en cuenta que la única diferencia que existe entre un modelo y otro es su peso.
Los extintores portátiles pueden ser manuales o dorsales, dependiendo de si pesa 23 kilos o 30 kilos respectivamente. En este último caso, queda suspendido en la espalda, lo que no quiere decir que solo puedan llevarse de determinada forma. Pueden ser movidos mediante pequeñas estructuras con ruedas, lo que hace que pueda ser trasladado de un sitio a otro y pueda ser llevado más rápido en caso de un incendio.
Acerca de los extintores móviles, hay que decir que son ideales para combatir con los primeros minutos de cualquier incendio. Esta clase de extintor debe tener un peso mínimo para que sea considerado como extintor móvil, que son más de 30 kilos.
A pesar de esta sutil diferencia que solo radica en su peso, lo importante es que ambos son muy útiles para combatir el fuego cuando acaba de producirse, siempre que no sea demasiado grande y virulento.